Blancpain, el arte vivo de la manufactura suiza

En la historia de la relojería no existe región más importante que el Valle de Joux. Este valle, enclavado en las montañas del Jura y cercano a la frontera francesa, ha sido cuna de la micromecánica durante siglos. Aislados durante los duros inviernos, los granjeros del valle comenzaron a fabricar componentes para relojes, dando origen a una cultura artesanal única. Hombres y mujeres trabajaban en mesas orientadas hacia la luz natural, perfeccionando sus habilidades hasta dominar la creación de complicaciones. Hacia mediados del siglo XVIII, su maestría era tan reconocida que muchas casas relojeras de Ginebra les confiaban la manufactura de sus movimientos más prestigiosos. Muchos de estos calibres provenían de la firma de Louis-Elysée Piguet, una de las ramas de las que más adelante surgiría Blancpain.

En 1891, Piguet adquirió un antiguo molino conocido como “Le Moulin”, en la colina del Roquedal en Le Brassus. Este lugar, que Blancpain ha rebautizado como “La Granja”, continúa siendo hoy un taller clave donde se desarrollan grandes complicaciones como el calendario chino tradicional, la ecuación marchante del tiempo, cronógrafos ratrapante y repetidores de minutos. Fue también allí donde nació, en 1991, el modelo 1735: el reloj automático de pulsera más complejo del mundo hasta la fecha. Cada pieza es ensamblada por un solo relojero, un enfoque artesanal que garantiza atención meticulosa a cada detalle y refleja el espíritu de la auténtica haute horlogerie. Blancpain se distingue además por nunca haber fabricado relojes de cuarzo, apostando siempre por movimientos mecánicos como esencia de su identidad.

En 1953, presentó el primer reloj de buceo moderno, el Fifty Fathoms. El primer reloj  auténtico de submarinismo, diseñado para buceadores profesionales. Diseñado para soportar las condiciones más extremas, estaba equipado con: 

  • Un sistema de corona seguro 
  • Un movimiento automático 
  • Una esfera de alto contraste con índices horarios luminiscentes para una máxima legibilidad 
  • Un bisel giratorio bloqueable 
  • Protección antimagnética 
  • Resistencia al agua avanzada (50 brazas, equivalente a 300 pies o 91,44 metros). 

El Fifty Fathoms es el catalizador del compromiso de Blancpain con la protección de los océanos, y por eso la necesidad del origen de BLANCPAIN OCEAN COMMITMENT, a través de la cual se han apoyado más de 40 grandes expediciones científicas, ayudado a proteger 4.7 millones de km2 de océanos   y promovido la conciencia de su cuidado a través de imágenes impactantes y actividades de divulgación. 

 Ahora se presentan una nueva versión con un diámetro más pequeño de 42 mm, sumándose a la versión original de 45 mm, y así se incorporan a su colección actual, disponibles  en oro rojo, titanio grado 23 cepillado y acero inoxidable con un brillo impresionante. Se trata del famoso 1315 de Blancpain de grandes prestaciones, un movimiento automático robusto y preciso que ofrece una importante reserva de marcha constante de cinco días gracias a sus tres barriletes montados en serie.

Diseñada para ser llevada a diario y ofrecer al mismo tiempo la posibilidad de explorar los fondos marinos, la línea BATHYSCAPHE  se presentaba en un formato diferente, con un reloj de diámetro más pequeño que su antecesor. Hoy, la manufactura Blancpain refuerza la esencia de su creación con un modelo dinámico que combina la cerámica con 3 esferas diferentes de colores muy atractivos (azul, verde y negra) propuesto en 3 referencias de  diferente complicación: 3 manecillas, calendario completo con fase lunar y el cronógrafo flyback. 

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Blancpain: Más de 70 años de historia submarina y una nueva era para la alta relojería de la marca