Alma nueva

La arquitectura y la música se articulan al seguir un orden compositivo preciso, este bar de jazz en Aguascalientes es un espacio excepcional. Su estructura ha sido restaurada para mantener el sonido dentro de sus muros con gran calidad.

En 1953 el renombrado arquitecto Le Corbusier publicó “El Modulor”, en donde reitera la importancia de crear proyectos en orden con medidas armónicas, similar a una composición musical. En su publicación, explica que la arquitectura no es un fenómeno sincrónico sino sucesivo que se conforma de espectáculos que suceden entre sí en el tiempo y el espacio, a lo que en sus palabras describe como, “la música es tiempo y espacio, como la arquitectura. Ambas dependen de la medida.”

“La propuesta busca crear una atmósfera cosmopolita y contemporánea, que a su vez no nos permite olvidar qué geografía es la que estamos pisando.” – STVX Arquitectos + Rubén Álvarez Avendaño.

Aunque no es ninguna sorpresa la relación directa que existe entre las bellas artes, proyectos que desafían la arquitectura convencional en ser más allá de solo una edificación rígida que conste de cuatro muros y un techo, son una extraordinaria fiesta visual. En Aguascalientes surgió Sótano Stallworth, nombrado tras el mítico jazzista Raúl Stallworth, creado por STVX Arquitectos y Rubén Álvarez Avendaño. Un proyecto bajo el encargo del Gobierno del Estado a través del Instituto de Cultura, en el cual se decidió reciclar y restaurar un espacio subterráneo en desuso que solía ser un edificio sede de los telégrafos en el centro de la capital del estado. Con el fin de mantener su vocación cultural, el proyecto responde a necesidades complejas y distintas entre sí. El objetivo para el Instituto de Cultura radicaba en que el espacio se fungiera como un foro musical de concepto íntimo en el cual se recibiera artistas enfocados en recitales de jazz y blues.

Sótano Stallworth respeta lo viejo y lo celebra, mientras que lo nuevo es claramente un idioma diferente en cuestión material y formal, distintos elementos aluden al pasado del espacio de ser meramente un sótano.

El resultado del Sótano Stallworth, respondió a la premisa de la mínima intervención versus impacto contundente. Por lo que el proceso de diseño se trabajó con los menores elementos posibles con el fin de alcanzar un lenguaje contemporáneo, que proporcionara un comportamiento acústico de primer nivel, apto para presentaciones musicales de alta exigencia.

Para lograr la estética que se buscaba, el uso de iluminación fungió como elemento clave, con lo cual se abrió la posibilidad de crear atmósferas elegantes, íntimas e infinitamente cambiantes.

Compuesto en un parámetro continuo en forma de “L”, y una celosía flotada, se dirige y se redondea en ángulo recto justo en donde se encuentra el escenario. Este muro-celosía, está creado con tablillas de madera de 70 centímetros de altura que envuelve los muros con la capacidad de girar sobre su propio eje, asignándole al espacio una individualidad caótica y lúdica.

Se creo una estructura que se separa de los muros y provoca un vacío por donde emana luz cálida a manera indirecta; las redes de instalaciones se encuentran expuestas lo que recupera el carácter utilitario de un sótano. Las losas de concreto y los plafones originales que, tras su restauración y su sencilla solución de pintarlos en un tono negro mate, se logró perder la sensación de poca altura y opresión del reducido espacio, al mismo tiempo que se logró dirigir la atención de los visitantes al escenario. Esta misma iluminación indirecta se prestó para habilitar el espacio como galería de artes plásticas y visuales. Así, el diseño respondió respetuosamente a la naturaleza del propósito original del espacio y se transforó en un proyecto multifuncional, contemporáneo y estéticamente excepcional.

La arquitectura no siempre quiere decir construir nuevo. La restauración de lo que un día fue el sótano de una oficina de telégrafos en el centro de la capital del estado de Aguascalientes; hoy un recinto cultural en donde el jazz es celebrado por su diseño y arquitectura, junto una galería de artes visuales y plásticas.

Bar Jazz/ Sótano Stallworth

Arquitectura STVX Arquitectos + Rubén Álvarez Avendaño

Por Yarin Miranda Robles

Fotos Oscar Hernández