Arquitectura sin tiempo

Háblanos un poco de ti y de tu trayectoria en el mundo de la Arquitectura
Yo soy el hijo menor de un arquitecto y crecí entre restiradores y obras. Nunca tuve dudas para escoger mi carrera, la cual cursé en la Universidad Anáhuac del Norte y posteriormente realicé estudios en el extranjero. Radiqué y trabajé en Ciudad de México un par de años en diseño y construcción de oficinas corporativas de alto nivel, lo que me formó en el interiorismo corporativo y me abrió los ojos de lo que no te enseñan en la escuela. En el 2000 regresé a Mazatlán, mi tierra de nacimiento y empecé mi carrera como arquitecto con muchas complicaciones porque estaba acostumbrado a clientes y proyectos más grandes y sin duda fue un choque de cultura de lo que había vivido profesionalmente en la gran ciudad con lo que se estaba viviendo en provincia. Pero insistí y poco a poco mi despacho empezó a ganarse la confianza de los clientes. Hoy estoy convencido de que tomé la mejor decisión al regresar”.

¿Cómo defines tu estilo?
Me gusta hacer diseños arquitectónicos atemporales, es decir no sesgarme a una tendencia de arquitectura de moda porque envejece muy rápido y es difícil que pueda permanecer más en el gusto de la gente o en el ambiente donde se coloque. En Ordaz Coppel Arquitectos nos gusta saber de tendencias pero diseñar en un estilo más Contemporáneo Timeless que se pueda ubicar en el espacio y tiempo sin ningún problema”.

¿Qué buscas trasmitir en tus proyectos?
Buscamos una correlación con el contexto físico urbano en donde se ubique la obra. Es decir que la obra tiene que mezclarse con el entorno y aportarle algo nuevo al espacio donde se levanta. Es tratar de aportarle un poco a la ciudad con una buena obra, a lo mejor en escala una casa o un hotel no parece mucho, pero claro que se nota. Un mal proyecto arquitectónico afecta el contexto urbano por cincuenta años o más simplemente porque alguien hizo una mala propuesta. A mi me gusta aportar mi grano de arena con obras que hacen un buen entorno, con orden, con diseño, con ritmo, buen gusto y sentido común”.

¿Qué rasgos representan el estilo de tu despacho?
Yo creo que el rasgo principal es la simplicidad. Es no recargar, no meter un exceso de diseño, sino hacerlo elegante, simple, atemporal. Y dentro de esto utilizamos materiales que nos ayudan a aportar una mejor estética, a usar sombras, claros y volúmenes, pero sobre todo un buen diseño en el que menos es más”.

¿Hay algún arquitecto que te inspire?
“Sí, hay muchos mexicanos y en el resto del mundo, actuales y clásicos. No puedo mencionar solo a uno, aunque el que se me viene a la mente en este instante es Alberto Kalach a quien valoro mucho todo lo que hace”.

¿Es complicado trabajar en el interior de la República?
“En ocasiones sí porque no tenemos la gran cantidad de recursos y elementos que tienen en las grandes ciudades que sin duda están más al día en materiales y proveedores. Por eso es tan importante el compromiso de un arquitecto para educarse continuamente, viajar, leer, conocer, prepararse, estar actualizado con las tendencias, tocar lo nuevo, olerlo, saber qué se está haciendo en otros lugares. Yo veo muchos arquitectos en el resto del país a quienes les funciona una fórmula y por ahí se van, y a lo mejor tienen mucho éxito comercial pero muy poco éxito arquitectónico pues no proponen gran cosa. En este despacho tratamos de estar al día y tenemos muy buen gusto y sentido común. Es un poco mas complicado en el tema de suministros de materiales y de que los clientes son pocos o que no se acoplan a nuestro estilo sin excesos, pero hay muchos otros que me han dado la oportunidad de poderles proponer el proyecto de sus sueños y han quedado muy satisfechos”.

Tienes formación en diseño de interiores, ¿lo aplicas en tus proyectos?
“Así es, básicamente me formé en ello en mis inicios y me gusta mucho el interiorismo, pero no tenemos dentro del despacho diseñadores de interiores. En mi experiencia es muy importante marcar la frontera entre la arquitectura y el interiorismo, y decir hasta aquí llego como arquitecto para que entre el despacho de interiores a acoplarse a nuestra propuesta. He trabajado con interioristas muy profesionales tanto de CDMX como de Mazatlán y hemos acoplado muy bien nuestras ideas con excelentes resultados”.

¿Cuál sería el proyecto ideal para Juan Ordaz?
“Una vez tuve un cliente que me dijo ‘hazme una casa para ti, pero lógicamente cuídame el presupuesto’, y al darme tanta libertad y confianza, me hizo también responsable de entregarle un excelente proyecto que fue de su entera satisfacción y a la fecha me agradece. Ese es el proyecto ideal sin duda”.

¿Hay alguna obra en alguna parte del mundo que te maraville?
“Hay muchas, tengo fotos con obras hiper clásicas o muy modernas. Recientemente estuve en Barcelona y tuve la fortuna de visitar el Pabellón de Mies Van Der Rohe y es algo extraordinariamente sencillo que no puedes imaginar si piensas que 9 o 10 años antes, Gaudí estaba en su apogeo con una arquitectura tan recargada. Valoro mucho ese tipo de detalles, me encanta la Arquitectura Clásica y uno de mis edificios favoritos es el Panteón de Roma, Agripa es uno de los precursores de la ingeniería en la arquitectura. Me encanta el tema urbano y arquitectónico y sin duda los viajes son lo que me inspira para seguir adelante”.

¿Cómo crees que se manifiestan los cambios sociales en la arquitectura?
“Influyen definitivamente y por ello tenemos que escuchar cada vez más a la sociedad, qué es lo que pide, cómo vive, cómo se va transformando. Es increíble que una casa que es un producto material cambie tanto con el tiempo; y es que está en constante movimiento, en desarrollo, se va enriqueciendo y adaptando a nuevas tecnologías y formas de vivir. Por ello, la mejor propuesta para el cliente se logra entendiendo a la sociedad, su cultura, el lugar donde se desarrolla, sus recursos y medios”.

Por Norma Rodríguez

Fotos Aldo C. Gracia