La casa de alta relojería fue recibida con gran acogimiento y admiración la exposición presentada en Tokyo, “Watch Art”, espacio de más de 2,500 metros cuadrados donde más de 60,000 visitantes se adentraron al adnde la marca con la exposición más larga hasta el momento entregada por la firma.
Para este año la manufacturera relojera lanzó seis modelos de edición limitada que incluyeron dos piezas de alta relojería técnica elaborados con un trabajo artesanal de majestuosa precisión y estética.
La imponente capital japonesa fue la elegida para ser la sexta sede de la grand exhibition, el evento que adentra a los apasionados por el universo relojero y a los admiradores del legado y savoir -faire de la manufactura suiza con inicios en 1839 en la próspera y sofisticada Ginebra.
La primera exhibición se realizó en el año 20212 en Dubai, y tras el éxito sin precedentes de la muestra se presentaron en Munich en 2013, Londres en 2015, Nueva York en 2017 y Singapore en 2019, tras la pandemia y la reestructuración de una nueva realidad para las marcas de lujo es que hasta ahora la firma suiza regresa con gran fuerza y encanto a la ciudad del futuro y originalidad por excelencia, Tokyo.
Para tan distinguida exposición se requería de una sede de gran impacto, y fue así como eligieron la enigmática plaza de Sankaku Hiroba, a metros del famoso rascacielos Shinkuju Sumitomo, un espacio rodeado de cristales con veinticinco metros de alto, la exhibición se dividió en diez habitaciones temáticas que presentaban y revivían la historia de la casa relojera para los asistentes, donde se incluyó la restauración de piezas icónicas de la marca y se recrearon los históricos alrededores que rodean la rue du Rhône, la fábrica en Plan- les- Ouates y el Museo de Patek Philippe.
Watch Art Tokyo 2023 presentó alrededor de 500 obras de alta relojería junto con piezas que apoyaban a la visulización e ilustración de los diferentes tipos de compilaciones y mecánismos que alberga la historia de la firma relojera, desde las piezas icónicas, los clásicos y las diferentes colecciones para mujeres y hombres.
Para los relojes de mayor complejidad, – entre ellos una pieza jamás presentada anteriormente- se montó un espacio exclusivo denominada “Master of Sound”, dónde se mostraron los relojes con sonido, esa virtud que el tiempo pareciera que ha desvanecido su admiración pero que muy al contrario, se convierten en auténticas obras de arte, piezas que sobrepasan el tiempo y la modernidad, son piezas creadas con la misma dedicación y pasión con la que se creaban cuando la maquinaría y tecnología no competian con la extraordinaria destreza manual de maestros artesanos relojeros, misma pasión y experiencia con la que Patek Philippe ha mantenido su compromiso y entrega.
Parte esencial de la exhibición fue la que permitió a los invitados a conocer personalmente a los maestros relojeros, los legítimos creadores del legado de la firma.
Directo desde el Patek Philippe Museum en Ginebra se transportaron 190 piezas de la colección “Antique” que van desde el siglo XVI al siglo XIX. En otro de los impresionantes cuartos se encontraba “Historical Owners” donde se encontraba un majestuoso reloj que perteneció a la Reina Victoria, sin duda un soberano tesoro para el legado del mundo de alta relojería. Para la especial ocasión, en conmemoración con tremenda exhibición se presentó la edición limitada cuya venta total se destinará a la National Federation of UNESCO Associations en Japón.
Patek Philippe actualmente cuenta con más de cien patentes registradas de alta compilación y relojería, la firma que comenzó como una fábrica familiar continua en la actualidad con su compromiso por prevalecer en la tradición relojera al mismo tiempo que se encuentra en constante búsqueda de innovación en maquinaria, diseño y calidad.
Por Leonor Torres Sanz
Fotos cortesía Patek Philippe