Hedonismo puro

Al caminar por la espesa selva de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an de Yucatán, es posible encontar una casa de concreto azul incrustada en las dunas con vista al mar Cari- be. Escondida en una tierra que los mayas lla- maban “origen del cielo”, Casa Bautista es un refugio inserto en la naturaleza que evoca el parque de esculturas surrealistas de Las Pozas de Edward James, el modernismo brasileño y la contundencia de las fortalezas brutalistas.

Sustentada por pilotes triangulares, la casa parece flotar entre la copa de los árbo- les. Cubierta por enredaderas, podría ser una ruina modernista de mediados del siglo XX sin descubrir. Sin embargo, hace solo seis años que dos amigos cortaban la exuberante vegetación con machetes buscando un peda- zo de tierra para su sueño arquitectónico. Víctor Jaime —arquitecto y director de Pro- ductora— y Ezequiel Ayarza —fundador de Pueblo del Sol, una finca de café orgánico con sede en Oaxaca— comparten su interés por la arquitectura y el paisajismo: Ayarza es una persona llena de ideas que toma riesgos, y Jaime sería el arquitecto suficientemente aventurero como para diseñarlas.

Las ideas lograron concretarse, pero las reglas de planificación en la reserva ecológica de Sian Ka’an señalaban que la casa solo podía cubrir 300 metros cuadrados y elevarse ocho metros, mientras que cualquier claro de la selva debía limitarse al perímetro del edifi- cio. Fueron estas restricciones las que inspi- raron una casa de tres niveles. La planta baja resguarda equipo para deportes acuáticos; el nivel principal aloja cinco habitaciones, que fueron pensadas para brindar privacidad y conexión total con la selva y el mar —organi- zadas como dos master suites, dos habitaciones dobles y un estudio—, un comedor principal y un jacuzzi que se extiende hacia las dunas de arena blanca. “Cerca de la recámara prin- cipal hay una torrecita singular: un elemento que ancla el conjunto a su lugar y funge como espacio flexible para trabajo o meditación”, añadieron los miembros de Productora. En el tercer nivel, la terraza se distingue como uno de los espacios más característicos de Casa Bautista, con una piscina, una parrilla y un comedor con vistas maravillosas panorámicas.

Hecho a mano por carpinteros locales en madera tzalam, un sistema de persianas y terrazas livianas suaviza el edificio, que de otro modo sería brutalista, y crea espacio adi- cional para vivir al tiempo que proporciona sombra y control de la humedad. En el inte- rior, la casa ofrece espacios de intriga y sor- presa, que incluyen “una puerta secreta que te lleva a una bodega de mezcal escondida” y un cilindro de concreto conectado a la casa por un puente de madera, “conceptualizado para ser como entrar en una turbina”, comenta Jaime.

Con este cilindro, los pilotes triangulares y una escalera de caracol exterior, la vivienda es como una pieza de escultura viviente en medio de la selva. “Productora siempre se ha intere- sado por las formas simples y su contraste con el paisaje circundante”, agrega el arquitecto. Dentro de las obras realizadas por Productora se encuentran el Centro Cultural Teopanzolco (2017) en Cuernavaca —con su plataforma y su auditorio escalonado inspirado en ruinas mayas— y la Residencia Fleischmann (2018) en Los Ángeles, donde un techo inclinado triangular que da a la calle se transforma en una colosal rejilla de acero azul.

En Casa Bautista, el arte arquitectónico se extiende a la materialidad del hormigón, así como a su color, teñido de azul como una oda al mar y al cielo. “Pertenece al sitio como una roca descubierta por el agua”, dice Jaime. Moteada con turquesa pálido, cerúleo y gris ostra, la superficie es texturizada y reflectante. Al anochecer, cuando los invitados encuentran el camino hacia el techo para cenar bajo una puesta de sol rosa, la arena se torna gris claro como la luna, la selva se intensifica y la casa se vuelve púrpura. “Nos gusta pensar que nues- tros proyectos son tanto de nuestro tiempo como atemporales, porque hablan de cosas esenciales como el asombro, la emoción, la luz y la sombra, y el medioambiente”, enfatiza el arquitecto sobre esta casa de playa que segu- ramente estará llena de amigos todo el año.

Arquitectura Abel Perles + Carlos Bedoya +Victor Jaime + Wonne ICKX_Productora

Interiorismo Pia Hagerman/ Paisajismo Planta

Fotos Onnis Luque

Por Alfredo Marchant