Ícono reinventado | La emblemática nevería Roxy de la Ciudad de México que abrió en los años cuarenta, hoy vuelve a sus orígenes con un diseño totalmente renovado.

La colonia Condesa es una de las más conocidas cuando alguien pregunta a donde ir en la Ciudad de México. Aunque cada vez son más lugares que se convierten en un “hot-spot” para los turistas y los mismos chilangos, hay ciertos lugares que representan eterna tradición y nostalgia como la Nevería Roxy.


Fue en los años cuarenta, cuando la primera Nevería abrió sus puertas en tan aclamada colonia. Inspirada en el Art Decó y la arquitectura del Cine Roxy, la nevería ha mantenido su esencia y calidad sin altibajos y ha crecido como una marca realmente conocida en la última década. Actualmente, con la apertura de sucursales en nuevas zonas que se suman a la lista de los lugares más renombrados de la ciudad, la Familia Gallardo, idealizó esta nueva etapa para la marca como una “nueva Nevería Roxy” que mantuviera la esencia original, pero con un diseño novedosos y que retomara su origen; ser una fuente de sodas.

El arquitecto y diseñador de interiores, Germán Velasco, a cargo del proyecto encontró el reto en reinventar la nevería sin que perdiera su espíritu y transformar el espacio en un ambiente contemporáneo. Hablamos con Germán sobre el proyecto, lo que este significó para él. Nos comentó que el reto iba más allá de hacer solo un proyecto comercial, pues tenía que mantener la esencia de la marca como prioridad, y para lograrlo en un nivel más íntimo, significó hacer una investigación visual y entablar una intensa relación con la familia para lograr la transformación de sus deseos de una forma atrevida, contemporánea y al mismo tiempo, novedosa.


La fuente de sodas fue clave. Se trató de regresar a esto como el concepto original y hacerlo funcionar de manera moderna. Tomar estos elementos y darles prioridad en el diseño fue esencial en las diferentes sucursales. El resultado de cada una de ellas reutiliza y respeta las formas geométricas características del Art Decó. Los detalles y los materiales metálicos que comunican el piso con la barra, los muros y el techo dan una sensación de continuidad visual que se interrumpe con los acentos de color. Materiales representativos de los años cuarenta como el piso de terrazo entintado reaparecen, dándole una sensación de nostalgia sin dejar a
un lado la modernidad del nuevo diseño.

Las decisiones de mobiliario y paletas de color no se tomaron a la ligera, mantener las tradiciones fue un factor esencial que se llevó a cabo a lo grande. La icónica fotografía de los fundadores de la Nevería Roxy se revitalizó en un mural impreso con dicha imagen en la primera tienda en la Condesa.


El trabajo de Germán muestra sin falla, su inigualable atención por los detalles y se identifica por su pasión por el diseño. El diseño que creó para la reinventada Nevería Roxy, es un homenaje a lo que fue y a lo que hoy representa para la Familia Gallardo y todo mexicano que ha probado una icónica nieve Roxy.

“Este proyecto me ha dejado mucha satisfacción, por trabajar con la familia, por su confianza y también por el haber tenido la libertad de crear.” –Germán Velasco.

“Creo que te tienes que reinventar, cada proyecto tiene sus propias características, pero un proyecto es un traje a la medida, claro que hay un sello porque no dejas de ser tú, pero es muy importante hacer que tu cliente sea parte de.” –Germán Velasco.

Por Yarin Miranda Robles
Fotos Jaime Navarro