La gratitud en las culturas de oriente

La gratitud se expresa en el mundo de múltiples formas. Es una emoción que se produce al recibir; pero también es un sentimiento que aprecia las acciones que otros efectuaron y a quienes no conocimos y que nos favorecen en la vida: los héroes, los inventores, los descubridores, pero también hacia nuestros ancestros que nos formaron genéticamente y con aquellos connacionales que lograron una meta destacada a nivel internacional que nos llena de orgullo y de agradecimiento.

Agradecer sin motivos religiosos nos predispone a la felicidad por lo que la vida nos aporta, incluso en retos insondables; ello es una clave para avanzar.

En China, desde la época de Lao Tsé, de Mencio y de Confucio la gratitud hacia los padres fue la piedra angular de su pensamiento. Señalaban que el agradecimiento es “la memoria del corazón”.

Japón, por ejemplo tiene diversos significados y vocablos para agradecer, aunque ninguno puede ser traducido literalmente al español porque poseen connotaciones diferentes. Arigato que es el término más conocido, efectivamente ejemplifica las “gracias” occidentales, pero en realidad es mas un concepto de estar contrayendo una deuda hacia quien le proporcionó algo o le realizó una tarea.

Sin embargo, el centro de la idiosincrasia japonesa gira en torno a un concepto de agradecimiento llamado “on”, que realmente considera las obligaciones y cargas de honor que cada quien lleva consigo desde su nacimiento, contraídas pasivamente ante el Emperador, los padres, o con otros superiores.

En el occidente contemporáneo no se tiene este sentimiento a flor de piel. Hay que buscarlo, discernirlo y después expresarlo.

En India y Nepal, el agradecimiento lo lleva implícito la palabra sánscrita de saludo y despedida que son los vocablos Namas-té que a su vez encierran el acto universal de dar las gracias.

Pero también significa que lo que afecta a uno necesariamente afecta al otro y por ello se reconocen como parte de una misma unidad. Así, al pronunciar las palabras Namas-té se junta las manos, la derecha que representa la deidad y la izquierda que es lo terrenal y ambas se agradecen mutuamente porque a partir de ese momento se reconoce la creación de esa fusión universal pero también se simboliza el encadenamiento con la otra persona. No puede haber agradecimiento sin humildad por ello también la inclinación de cabeza conlleva este simbolismo hacia los demás.

En Corea, que fue una sociedad principalmente agrícola, fundamenta su agradecimiento mayor en el festival de la cosecha de medio otoño, es decir de finales de octubre, conocida como Chuseok, una especie de Thaksgiving

Entonces el día 15 del octavo mes lunar, las familias se reúnen en sus pueblos para repartir la cosecha. Todo inicia por la mañana con una ceremonia en donde se honra a los antepasados a quienes se lleva una ofrenda de alimentos a sus tumbas, las que son limpiadas entre todos (Beolcho) y después se les agradece la vida y los alimentos.

En NAMUH estamos agradecidos por muchas razones: en primer lugar hacia nuestros colaboradores que sin ellos la empresa simplemente no sería. Con los clientes fieles por más de veinte años, con DESIGN HUNTER con quien nos expresamos y finalmente con la cultura que nos permite seguir aprendiendo, buscándola y encontrándola.

Redacción y foto por NAMUH