Lapa Lapa

Piedra, madera, marmol son los materiales principales en esta residencia de descanso. El aire el agua, la proporción y la buena arquitectura son los elementos que acompañan el recorrido por esta estructura frente al mar de Punta Mita. Una palapa central organiza la vida y sin aire acoindicionado se siente fresco por el correr de los vientos, esa sencaión de contacto con la naturaleza es el verdadero lujo.

La vegetación arropa la arquitectura y el diseño de interiores, el respirar tranquilo es el comun denominador, las horas pasan y la luz natural hace su trabajo, crea las sombras que dan vida a los ambientes.

Lapa Lapa como llama el arquitecto Alfonso López Baz a esta casa nos recuerda el gran trabajo de palapas que existe en la costa del Pacifico mexicano, y en este lugar se tiene una muy contemporanea y de buena manufactura.

“La casa que ven en las fotos se construyó hace varios años dentro de un programa de construcción y venta de casas emprendido por Grupo LBC y algunos socios capitalistas. Hace aproximadamente seis años la casa se recompró y se procedió a remodelarla y actualizar el mobiliario.

Aquí tenemos un concepto muy sencillo, dos recamaras master y dos recamaras de visitas con un frente limitado, que nos obligó a poner hacia el campo de golf, las dos suites, el comedor y la estancia, y tuvimos que mandar hacia la parte de atrás, las otras dos recamaras de visitas. 

Para que no quedarán estas como recamaras de segunda, se planteó hacer un lago artificial en donde quedarán sentadas esas dos recamaras y ligarlas de una manera atractiva a la parte frontal del terreno, a través de unos muelles de madera que le dieron a las mismas un gran confort. El programa se complementa con un cuarto de tv, logrado con isoptica para comodidad de vista. En la zona de punta mita, los llaman cuartos de tormentas pues son los cuartos más usados en la temporada de lluvias”, comenta el arquitecto Alfonso López Baz.

La casa posee un alberca de buen tamaño, un desayunador y un area para recostarse con un techo pergolado. Es importante destacar la fuerza de la volumetría en su arquitectura, la cual se logra a través de gruesos muros de piedra quarzica de gran altura, que junto con una gran sencillez en su forma y una medida serenidad en su pretensión, dan a la misma un sello de atemporalidad que la hace resistir el paso de los años.

La zona social y todas las recamaras a excepción de la junior suite, están cubiertas por estructuras de madera y recubiertas de palapa de la zona, lo que le da un carácter amable y la posiciona en este paraiso tropical. Todos los pisos de la casa están hechos de mármol travertino naranja, lo que da un sentido de solidez y durabilidad.

El mobiliario que se colocado sigue un papel armónico con el resto de la casa, es contemporaneo y luce una combinación cromática que otorga un toque de alegria; algo que se busca al estar proyectando casas de vacaciones.

En esta parte del país el clima es húmedo y caluroso, por lo cual se tiene que seleccionar cuidadosamente cada piea de mobiliaro y arte, pues las condiciones climaticas suelen ser extremas y se debe de considerar la salinidad y los vientos, por lo que las obras de arte se limitan a un par de óleos y fotografías de diversos artistas, enmarcadas con tratamientos antihumedad”, concluye el arquitecto Alfonso López Baz, quien ha dedicado en los últimos años parte de su tiempo a tomar fotografías de arquitectura y está próximo a publicar un libro sobre su quehacer fotográfico. 

Arquitectura de Alfonso López Baz y Javier Calleja, arquitecto asociado Antonio Artigas 

Diseño interior de Diana Pingarrón y Gabriela Fernández.

Por David Solís

Fotos de Alfonso López Baz